Mejores luces para iluminar
La iluminación es obviamente uno de los aspectos más importantes, tanto del hogar como de las oficinas, fábricas, hospitales, calles y avenidas, entre otros. La iluminación eficiente garantiza una nivelación visual que permite que la vista pueda captar todos los detalles, principalmente cuando se trabaja, se cocina, se hacen labores de oficina, carpintería, etc.
La luz es un factor importante en el día a día, por lo que es importante tomar en cuenta todos los aspectos posibles para que esta sea benéfica, agradable, y por supuesto que no dañe el campo visual.
Anteriormente, la iluminación contaba con varios tipos de luces que fueron cambiando con el transcurso de los años y de la tecnología. Las antiguas luces de tungsteno, halógenas, incandescentes, tubulares, etc. no solo han pasado de moda, sino que ya no se usan porque algunas tienen un tipo de material peligroso como el vapor de mercurio. Tampoco eran muy ahorrativas, ofrecían un tipo de iluminación básica y generaban mucho calor que contribuyen a la contaminación ambiental.
La aparición de un nuevo tipo de luz funcional y ahorrativa
En casi todos los países del mundo, la implementación de las luminarias LED vino a ser una de las soluciones más efectivas para iluminar.
La también llamada luz fría, no genera una alta temperatura en sus bombillas, que no solamente resulta una solución eficaz para el ahorro eléctrico, sino que la misma es tan versátil que en muchos casos puede trabajar hasta con la energía solar.
Para lograr una iluminación eficiente de los espacios solo necesitamos conocer la intensidad de lúmenes que determinada área necesita. Se le conoce como lúmenes a la unidad del sistema e internacional de medidas del flujo luminoso, que a su vez se mide en grados y concentraciones para determinar la intensidad de las bombillas.
Para dar un ejemplo, los lúmenes vienen a ser una medida total de luz visible tanto de una lámpara o de una fuente luminosa. Cuanto más alto sea el número de lúmenes, la bombilla de una lámpara será más brillante.
Es por esto que la mayoría de las bombillas que utilizamos en nuestros hogares, al iluminar las áreas comunes, salones como habitaciones, usa un promedio de Vatios, que está comprendido entre los 50 o 60 W.
En el caso de lugares como los puestos de trabajo de oficinas, la recomendación es que la iluminación en conjunto pueda tener como mínimo 300 lúmenes. Y en el caso de sitios específicos como consultorios, quirófanos, entradas de edificios, grandes fábricas y algunas calles, la cantidad de lúmenes debe ser superior.
La temperatura del color dira cual es la ideal
También es importante tomar en cuenta la temperatura del color, ya que está, según la actividad que realizamos, es la que da una sensación cálida o fría.
Las medidas en grados kelvin que tiene cada una de las luces sirven para tener una idea de cuál es la mejor iluminación, según el área y las actividades.
La luz cálida, que favorece la relajación, y es la ideal para colocar en el hogar, en un promedio de 2.600 a 3.000 grados kelvin.
La luz medía, que es una transición entre la fría y la cálida, varía entre los 3.000 a 5.000 grados kelvin.La luz fría va a entre 5.000 a 6.500 grados kelvin, y es la más usada para fomentar la acción, el estudio, la concentración y el trabajo.